Miguel Ángel Carcelén Gandía

Una historia de amor se entrecruza con la guerra o viceversa, en el Albacete de las Brigadas Internacionales como transfondo de una trama de pillaje y saqueo de imágenes. Dos vidas solitarias de amantes imposibles en medio de un conflicto no solo bélico, sino también social, emocional, que por más señas transcurre en el vetusto bajo fondo del lupanar provinciano, elevado con la guerra -y cierto romanticismo- a lugar de redención y lavandería de pecados, prestan a esta historia los suficientes elementos de engarce para pintar en la soledad de una pequeña trama el más negro resplandor del ocaso de un tiempo guardado en la memoria agujereada por balazos de olvido, necesarios a partes iguales tanto para vivir como para añorar el descorazonamiento de haber vivido.